Vista desde mi dormitorio.
Ya no sè què hacer para evadir mis responsabilidades. Sì, tengo que estudiar gramàtica. Sì, seguimos en julio y hace calor.
Me despertè temprano, igual. Y no hice nada, nada, NADA (creo que èsa es la palabra màs preciosa despuès del Castor y su amante francès). Mirè por la ventana, como siempre. Su departamento sigue ahì, èl sigue ahì; en un momento abriò la ventana, yo hice lo mismo, sin dejar de mirar. Creo que en el 8vo se estàn mudando; y todo desde mi departamento. Despuès de bañarme, se fue el agua. y es rarìsimo, porque cuando se corta el agua se supone que no anda el agua de ninguna parte del departamento. Bueno, el baño tambièn se corta, pero nunca el inodoro, asì que no tengo que ir a buscar un balde de agua a ningùn lugar. Otra excusa para no salir.
¿què hice hoy? Nada. Mirè mi collar de corazòn con una flecha (emulando el amor) y como es largo, lo enganchaba en diferentes lugares y me fijaba en què lugar me quedarìa mejor; si màs corto o màs largo. Jugaba con el celular, me acostè en la cama deshecha, intentè pegar el imàn del hada violeta que me comprè, mirè el programa de mirthe legrand, leì algo (algo, mìnimo), me sentè en el sillòn, juguè con el tubo que tiene detergente e hice burbujas con forma de estrellas, sentada en el suelo. y despuès de todo, decidì que estaba aburrida y me vine a escribir acà, a aburrirme (de nuevo).
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