viernes, 25 de julio de 2008

yo siento a veces que la lengua se me va para atràs.

tuve demasiado tiempo este ùltimo mes, y uno cuando tiene demasiado tiempo para todo termina por no hacer nada.. y no hice nada, ovbio. me pasè las tardes viendo por la ventana del departamento, espiando los diferentes departamentos del edificio de enfrente, sè cuàles estàn todo el dìa, sè cuales no, sè cuàl es la ventana de los baños y sè cuàl es la ventanita de las escaleras externas, la que conecta los pasillos y las puertas de los diferentes departamentos. sì. sè demasiado sobre el edificio de enfrente, porque siempre estaba con mi bitàcora de diario-ìntimo y mi lapicera con tinta negra, porque siempre escribo con tinta negra, detesto la azul y la discrimino. bueno, siempre con la bitàcora y la lapicera en la mano (de tinta negra, no azul) y mirando por la ventana, y escribiendo y mirando por la ventana. y escribiendo y mirando por la ventana. que divertido mirar por la ventana. no, en realidad no es tan divertido.

el otro dìa bajamos a la baulera con Ale, a guardar una làmpara que nos sobra ahora, porque fui a  Tigre a comprarme una araña (asì me dijo mi mamà que se dice: "no se dice làmpara, julieta. se dice "araña"...") y ahora sobra una làmpara. en fin, fuimos a la baulera, que es el lugar màs monstruoso del planeta, y encima siempre vamos de noche, es el lugar màs siniestro y nosotros no tenemos mejor idea que ir a la noche. EN FIN, es en la entrada del edificio, al lado de los ascensores, y no tiene manija, sòlo se abre la puerta con una llave especial que te dan cuando te mudàs (no tiene nada de especial la llave, es una llave comùn y corriente, pero si yo digo las cosas como quiero que sean, SON. y si yo digo que esa llave de la baulera/sòtano es re especial, es re especial. ahh si: tambièn la de la terraza es especial). y tenès que abrir la puerta con esa llave especial, prender una luz, en realidad de todos los interruptores que hay, primero adivinar cuàl es la que prende la luz, prender la correspondiente, bajar la escalera caracol de cemento, tener cuidado con la tele (rota?) con una papel que dice "cotolengo" que està en el descanso y llegar abajo. cuando llegàs abajo hay que ir para la derecha y prender cuidadosamente, otra luz, que es la que ilumina todas las bauleras. La nuestra es la que està màs al principio, y despuès de cruzar el charco (literalmente: habìa un charco de agua de alguna vez que habrà llovido o filtràdose agua de algùn depto) Ale abriò el candado con nuestra llave y pusimos la làmpara- en realidad intentò abrir el candado y no abrìa, y despuès de putear le dije BOLUDO, estàs abriendo el del 7mo "D", y nosotros somos 7mo "C"...!! Despuès decidimos espiar cuàles eran las pertenencias de las bauleras de los demàs departamentos.. y como nuestra baulera es de las primeras no habìamos ido nunca para "màs allà".. entonces fuimos, y nos dimos cuenta que doblando una baulera habìa un pasillo larguìsimo, con el resto de las bauleras (son 32 departamentos, en total, por lo tanto, 32 bauleras), y fuimos caminando por ese pasillo larguìsimo, mirando el contenido de las bauleras, y Ale no paraba de decir "este lugar es increìble para filmar", porque èl es director de cine, de profesiòn no-ejercida. NOTA: las bauleras son espacios delimitados igualmente por rejas y rejas y rejas, todas cerradas con su respectivo candando. Sigo: A medida que nos adentràbamos por el mundo de las bauleras, nos alejabamos màs de la puerta de salida, porque era como dar una vuelta en U, asimismo nos alejàbamos màs de la luz. Ale iba primero y èl se metiò hasta el fondo, que no habìa nada de luz, y el muy bobo hizo como que alguien lo atacaba, y ruido de monstruos, y se movìa muy ràpido, y venìa hacia mì, todo en un segundo. CUestiòn es que peguè el grito de mi vida, como si estuviera en una pelìcula de terror, como si tuviera 5 años y abriera una caja y saliera Chucky con un cuchillo en la mano, rièndose. Bueno, asì fue el grito de mi vida que peguè. No sòlo gritè, sino que ademàs fui corriendo como una loca trastornada hacia la salida. Ale cagàndose de risa, ovbio, le peguè sus buenos manotazos correspondientes y subimos. Se ve que El Grito llegò a todos, que saliò el encargado y  nos preguntò què pasaba (a ver si encima asesinaban a alguien o mataban a alguien ahì, lugar que serìa màs que perfecto para hacerlo o para deshacerse ahì mismo del cuerpo..), y Ale cagàndose de risa, y yo que le dije "no, es que bajamos y habìa una rata enorme. Y yo le tengo miedo a las ratas. Ovbio, soy una chica y las chicas le tenemos miedo a todo". Lo cual podrìa ocurrir perfectamente, porque es un lugar oscuro y con goteras, y todas las cosas imaginables para ser un criadero de ratas. Bueno, por esa boludez nos vino $32 de màs en las expensas, en cuestiòn de "Desratizaciòn del sòtano". Todo por mì y mi Grito. Y claro, Ale, el creador. Ay ay julieta, julieta. Hay una razòn psicològica por la cual uno pone su nombre (u otros nombres significativos) con minùscula, eso me lo dijo mi profesor de Lengua y Literatura porque en lo exàmenes ponìa "julieta" con minùsculas, y siempre me lo resaltaba. Èl nunca entendiò que en realidad yo ponìa mi nombre no en minùsculas, sino todo en mayùsculas. Sòlo que nunca lo reconociò. nunca usè tanto la palabra "baulera" en mi vida.



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