Paula es de las mejores personas que conocí este último año de la facultad; aunque al principio me contaba de sus aventuras sexuales con su por entonces novio, Johnny (o, como le decía ella, simplemente "Yoni"), y a mí me aburría y me daba verguenza que una desconocida en ese entonces, me contara sus aventuras sexuales, o sus empastilladas fiesteras. De a poco nos fuimos haciendo amigas, Paula es niñera como yo, y como buena dama del rubro, me apoyó dándome consejos para que a mi patrona (que nos quedó ese léxico después de haber cursado juntas Literatura Argentina I el año pasado, que fue cuando la conocí.. palabras como "patrona", "la china", "el baqueano", "yegua", etc, nos quedaron dentro de la mente..) le pidiera un aumento (aumento que, finalmente, recibí, y no sólo lo que pedía, sino el doble..). Y nos quedábamos en la esquina de Emilio Mitre y Rivadavia charlando largo y tendido hasta no más de las 10 de la noche, porque yo no tenía problema, pero Paula tiene que viajar en el tren, y tiene mucho de viaje, por lo que no la voy a retener mucho más con la cháchara correspondiente a la esquina de Emilio Mitre y Rivadavia. Ella me acompaña hasta Flores a hacer cosas de chicas cuando estamos los viernes en esas dos horas, o cuando le digo: Nos tomamos el 55 hasta acá, compramos eso, y nos volvemos en el 55 hasta la facultad de vuelta. Llevá monedas, y ella les lleva. También la acompaño yo hasta Flores, para que ella se compre sus conjuntos Cocot de ropa interior, o sus zapatitos. Y nadie nos juzga por eso, y somos felices. Lo único que Paula me dice es "dejá de gastar, guachaa!"... y se caga de risa, con su camisa de jabot azul. Me acompañó cuando no leí la obra de Prietsley para el parcial de Lit Inglesa, y nos encontramos media hora antes para que ella me contara de qué se trataba la obra, y yo la acompañé a encontrarse con uno de sus amores, que es el colombiano, porque además Paula es de esas mujeres que tiene la decencia de ser putona, y además del colombiano tiene al cordobés, pero ellos sólo se ven cuando el cordobés se viene para acá, y no sé qué deporte hace en el Cenard, entonces se ven después del partido, porque es sabido "los romances y descargas de antes hacen mal a un buen desempeño futbolístico". Lo que tiene de malo es que es del Oeste, y aunque el oeste es lo que más cerca queda de mi casa (o por lo menos, lo más directo, porque la estación Caballito no me queda lejos) es una patada en el orto ir a visitarnos los fines de semana. Y es así con todas las mejores personas que conocí en la facultad: Juan y Roxana también son del oeste; aunque Marzeu y Mikel sean del sur, para este caso del conurbano bonaerense vendría a ser lo mismo . Una vez le compré unos apuntes un viernes que faltó, para el parcial del martes siguiente, y el sábado fui a la casa de mi abuela, en S.A. de Padua, y ella bicicleteó largo y tendido desde Ituzaingó porque yo la amenazaba por mensaje de texto que se me iba el colectivo 500, con cartel Pericón, hasta las 15 cuadras de la casa de mi abuela, que se tenía que apurar (en realidad la podía esperar, porque no era de vida o muerte, pero en realidad no, si llegaba rápido mejor, porque los colectivos del conurbano no son como los de Capital. o por lo menos, no en frecuencia..) y ella llegó sin poder respirar, mensajeándome que tenía puesta su campera verde, y apareció con su campera inflada retro amarillo patito, y ahí me di cuenta que Paula cree que su campera amarillo fosforescente es verde. Pedalee, mujer, que las piernas nos van a quedar divinas para mostrar en verano, como decía el profesor de Lit. Española III: "ahora con el calorcito las chicas empiezan a mostrarse".
Puñalada Nocturna N°54 (El final de una era)
Hace 13 años