viernes, 24 de octubre de 2008

Tu flor color salmón.



Y quiero jugar a las escondidas y regalarte mi ropa y decirte cuánto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañadera mientras te bañás y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme con vos a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme con vos en el Rudy's y hablar del día y tipear tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharás y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y hacerte fotos mientras dormís y levantarme para prepararte café con tostadas y pancitos y salir con vos a tomar un café al Florent en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras darte besos en la espalda y acariciar tu piel y decirte cuánto me gusta tu pelo tus ojos tus labios tu cuello tu pecho tu culo tu

y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en la escalera hasta que vos vuelvas y preocuparme cuando te atrasás y asombrarme cuando  te adelantás y regalarte girasoles e ir  tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y sentir tu voz en mis oídos y sentir tu piel contra mi piel y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo rojo y otro azul y tu pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte estás preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte más cuando sufras y desearte solo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y babear sobre tu pecho y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la mancha y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender por qué creés que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme cómo podés pensar que yo sería capaz de rechazarte a vos y preguntarme quién sos pero aceptarte iugal y contarte acerca del árbol  del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarme por qué no me creés y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer comprarte un gatito y sentir celos de él cuando reciba más atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebé cuando finalmente te vayas y vaciar los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y 

S. K.

(esta monografía de Inglesa ya me está carcomiendo la cabeza. y desear que ya sea martes y tenerla lista e impresa y perfumada y sacarme una linda nota y ser feliz feliz feliz para siempre).

miércoles, 15 de octubre de 2008

me comería a besos al chico de PB que vende panes rellenos.


En la casa de guido siempre hay ruidos, que me daban un terror que no sepuede explicar con palabras. los primeros días me dormía con la ropa puesta, ni las zapatillas me sacaba, en el colchón tirado en el suelo en el comedor. dormía mal, toda la noche, porque como me decía mi tía Betty cuando yo trabajaba en Eki (e iba y volvía con el uniforme puesto), uno se tiene que despojar de sus ropas y desvestirse del trabajo cuando sale de éste o cuando llega a la casa, pero muy especialmente, cuanndo se va a dormir, porque es todo un proceso el de dormir, entonces hay que ponerse la crema, descalzarse, sacarse las medias (o no, antes no me las sacaba, pero ahora descubrí que no hay mayor placer que entrar a la cama y sentir el fresquito de la cama hecha y fría en los pies), desatarse el pelo, sacarse aros y pulseras y con el pijama dormir. Los ruidos espantosísimos no desaparecieron, o estar en la oscuridad total y que suene el teléfono, esas cosas me aterran. por suerte cambiaron la cama de guido y ahora no está más en el medio de la habitación, donde los muyins me pueden agarrar de las manos, sino que está contra la pared, y duermo cabeza arriba, con el pijama y todo. ya no me importa nada, a la mañana me doy vuelta y duermo de espaldas y todo común, aunque por el nunca de los nunca jamases sacaría el brazo por fuera de los límites de la cama. Hay un globo amarillo colgado sobre la cama que me está haciendo recordar las épocas del terror. Esta noche seguro rezo.
( como octi, que me dijo que ayer estaba rezando en la cama por su nota de Pensamiento y se quedó dormido en medio de la plegaria y le quedó inconclusa.. cristianos así, no Ehh)..

mièrcoles 15.

un saludo a mi papà que es el cumpleaños y es el mejor de todos.

jueves, 9 de octubre de 2008

me reencontré con la mermelada de ciruela.

Hay un cartel en Emilio Mitre y Rivadavia que promete que, con la compra de un agua saborizada marca Cepita, te llevás la segunda, gratis. Con el buzo violeta, 20 grados de sensación térmica y haber caminado 20 cuadras en 20 minutos, me quería tomar una dasani de Limón que es la más rica de todas. Y no sé porqué se sucede que con el pasar de los veranos uno tiene su bebida favorita que no puede dejar de tomar. en el verano de 2005 tomaba todo el tiempo Ser citrus, y ahora no la puedo soportar. Este verano que pasó estuve romanceando con la dasani de Limón- entonces quería dasani de Limón. pero me acordé del cartel de Emilio Mitre. Entonces.
- Hola. me llevo ésta (la cepita de manzana).
-Bueno (haciéndose la gila).
- No hay una promoción que la segunda es gratis?
- (Dudando, pero más que dudando, puteando en su interior, se le notó a la legua). mmm sí. pero si querés tomar algo frío, te recomiendo que lleves otra porque esa está natural...
- bueno, no importa, me llevo la cepita. natural.
- (insistiendo), yo te decía por si querías tomar algo fresquito. 
- ay, gracias. pero me llevo esta.
- bueno, mmmm... la otra mirá que es natural Ehh! (la que es gratis)
- bueno, entonces agarro la otra de la heladera. total, están natural!! (Tomá, guacha!).
- NO, te la traigo de atrás. 
- bueno, traemela desde atrás. 
a esta altura estaba hinchada las pelotas, entonces no dije nada cuando ella sola decidió traerme mi agua cepita saborizada con gusto a manzana. pero no me importaba nada, y me fui., con dos aguas cepita sabor manzana por sus dos pesos con cincuenta.
mañana me compro el Corán. y descrifro yo sola las palabras de Alá. 
chau-

martes, 7 de octubre de 2008

nadar es verdad y ahogarse también.


Nos matamos de risa ayer con ale viendo los videos de Peter capussoto, y yo ando con un dolor terrible en el ojo izquierdo, porque tengo un orzuelo, bueno, creo que es así, sino es así, imaginense la palabra correcta en sus mentes y reemplacenla. Bueno, tengo "eso" en el ojo, y lo tengo todo rojo en la parte de adentro, y no puedo parar de rascarme con los dedos, pero me lavo con el jabón veritas rojo de glicerina, porque sino sé que lo voy a infectar y va a ser para peor. nos acostamos temprano siempre, mucha noche no vivimos. yo me levanto temprano y lo levanto a ale, y le salto en la cama, o lo sacudo como si fuera una morsa, aunque sé que si realmente tuviera que sacudir a una morsa, no sé si realmente la molestaría de la manera en que molesto a Ale porque tendría miedo que me coma. o, como mínimo, que me muerda. Ale se levanta, nos cambiamos y vamos a caminar por el barrio. Le digo que me acompañe a flores, o que vayamos a nuestra librería amiga Los cachorros, a gastar plata a rolete en libros, y siempre me deja y me acompaña. y siempre pedimos empanadas de nuestros amigos de al lado Jenry's con jota, ovbio. ale se quiere hacer el amigo y le habla al muchacho de River, pero mucha bola no le dan; yo no le digo eso a Ale porque no le quiero romper la ilusión de que los muchachos de la pizzería amiga Jenry's en realidad no son sus amigos del barrio. Hoy estaba tan lindo el día, y tan fresco, que vimos la oportunidad perfecta. Después de comer las empanadas agarré la bolsita azul que me dan en la verdulería de Campichuelo, que el verdulero es mi amigo, porque le hago bromas preguntándole si está rica la mandarina y me dice que sí, y le digo que si está rica le vengo a comprar más, pero si no, vengo y le tiro el resto de las mandarinas desde la parada del 15 (o sea, enfrente, así me voy corriendo). Y él se ríe. entonces es mi amigo. la cuestión es que agarré la bolsita azul y con ale nos fuimos a la terraza a comer las frutas. Ale recordaba la terraza más chica, yo la recordaba más grande. Nos tiramos al suelo como dos adolescentes, ale con su camisa cuadrillé, yo con mi buzo violeta, y comimos fruta como dos hippies. él pera, yo mandarina y banana. 
no puedo parar de rascarme el ojo. tengo tanto para leer que me hace feliz.

lunes, 6 de octubre de 2008

sobre jardines.







Lo inesperado.


Ayer fuimos con Ale hasta Olivos, hasta el funeral de Pocha, la hermana de un amigo de Ale. Yo no tenía ganas de ir, esas cosas no me gustan, no me siento bien, y no estoy acostumbrada a esas cosas, digo esto porque Gustavo me decia "vos sos joven.. nosotros estamos acostumbrados", y yo me sentí muy mal, porque me dio mucha pena. Mucho no disfrutó nada, nunca vivió, siempre junto a los padres, siempre dependiendo de alguien, porque tenía un retraso. La sacaron de la primaria, y nunca terminó el colegio. Nadie lloraba, y yo apenas entré y me puse a llorar muchísimo, porque la conocía, y Ale me contaba que ella siempre había estado "enamorada" de él, y cuando me conoció como la "novia de Ale", como que se enojó conmigo, me miraba como reticente, desconfiaba, pero en cuanto yo la miraba me sonreía y me decía cosas como "qué linda que sos", y después le volvía la mirada de desconfianza. 
Lloré un montón ayer, y nadie de la familia lloraba en ese momento (porque, me contaron, te agarra unos días después... como que en el primer momento no lo podés creer, la mamá todo el tiempo decía "no lo puedo creer, no lo puedo creer". A pesar de los chistes que me hacía Gustavo para aflojar, no pude, y no quise poner a todos mal, porque ves a alguien llorando y es horrible, ahi te agarra Mal, entonces llorás vos, así que le dije a Ale que salgamos afuera, que no quería llorar delante de la familia. Bajamos a tomar aire, y ahí me puse a llorar mucho, porque son horribles esas situaciones, ovbio, no queda más nada para decir. no sé porqué escribo esto.

Tenía 27 años .